viernes, 26 de agosto de 2016

Incendios Forestales: Desastres Naturales o Desastres Humanos


Incendios Forestales: DESASTRES NATURALES O DESASTRES HUMANOS

En toda la región estamos viviendo una situación climática caracterizada por sequías, ola de calor, fuertes vientos, incendios; las situaciones climáticas que estamos viviendo no son "fenómenos naturales"; son provocados y causados por personas e inducidos por modelos extractivistas agrícolas, agroindustriales y desarrollistas que piensan que la naturaleza es inconmutable y, que puede resistir todas las agresiones físicas (extracción de minerales, hidrocarburos, construcción de caminos, pérdida de bosques y biodiversidad). Estas agresiones son:
desmontes forestales por razones agricolas, construcción carreteras, actividades petroleras, exploración y tendidos de redes,
- incendios forestales (fuegos descontrolados) como ser: quemas de pastizales naturales para el rebrote con fines ganaderos, quema de ratrojos agroindustriales (caña principalmente e incrmentar la sacarosa),
- rastrojos agrícolas y "limpieza" de campos.

Los demostes y quemas autorizadas por ABT a comunidades interculturales y productores agropecuarios, derivan irremediablemente en la pérdida de bosques, y obedece a la política equivocada del gobierno que pretende habilitar 1 millón de has. anuales de tierras de bosque, para supuestamente incrementar la agricultura y el resultado es todo lo contrario.

La pérdida de bosques afecta a:
- la variación climática, con la alteración del régimen de vientos (la disminución de árboles evita romper el curso de fuertes corrientes de aire y por el contrario favorece a la mayor correntía de vientos uracanados),
- alteraciones extremas en la temperatura (con menos árboles mayor temperatura promedio)
- alteraciones en el régimen de lluvias (con menos árboles menor humedad, cambios brúscos en el régimen de lluvias, variaciones severas de las épocas de lluvia),
- mayor calentamiento y concentración de temperatura extremas en zonas focalizadas; que a su vez provoca sequías fuertes y más prolongados.

Las consecuencias de ésta combinación destructiva de las variaciones climáticas causadas por las malas prácticas de los desmontes e incendios forestales de pasturas naturales y rastrojos agroindustriales, se traducirán en la acumulación de masas de aire caliente en suspensión, que en el próximo periodo ocasionará lluvias torrenciales, con alta correntía de aguas susperficiales en zonas donde no se precisa mucha lluvia y donde se acumula aire caliente con aire frio; las consecuencias serán deslizamientos, masamorras y empalizadas por el arrastre de suelos, la colmatación de los lechos de río en tierras bajas y las subsiguientes inundaciones en extensas zonas bajas, nada beneficiosa para las actividades humanas; pero para la naturaleza será como tomarse una ducha fría y un baño ante tanta agresión y calentamiento provocado por las malas acciones y prácticas humanas; lo peor será que otros humanos sufriran sus consecuencias, nuevamente estaremos con las emergencias esta vez, frente a los vientos uracanados, lluvias torrenciales e innundaciones; es decir, la población nuevamente estará expuesto frente a las emergencias y el socorro de los desastres humanos evitables.

Estos desastres humanos provocados, como los incendios en el Chore, que afectan a varias familias en el campo y en las ciudades, o en el Beni, en Guarayos, la chiquitanía, en Pando, en el Norte de La Paz, son evitables y no haría falta movilizaciones y gastos cuantiosos para atender los desastres humanos causados, pretendiendo combatir "los efectos" de los “desastres naturales” provocados por acciones humanas. Es momento de que la población y las autoridades entiendan y cambien las politicas y las malas prácticas del desmonte y los incendios forestales, parar los incentivos a los desmontes y los incendios; sería más beneficioso y útil impulsar la reforestación de cursos de ríos, principalmente en cuencas altas, medias y bajas, ello es posible y necesario y puede aliviar los desastres humanos que cada día lamentamos.

Las autoridades, los medios de comunicación que se hacen eco y difunden los “desastres” y la población, deben entender que más o menos en cada hectárea de bosque viven 500 árboles, si multiplicamos por 1 millón de hectáreas (que el gobierno pretende que se desmonten, para supuestamente aumentar la producción agrícola), la pérdida sería de 500´000.000 de árboles; recuerden que el gobierno se comprometió reforestar 10´000.000 de árboles, hacen 10 años (un árbol por cada ciudadano boliviano), hasta ahora lo único que vemos es todo lo contrario: más y más deforestación o pérdidad de bosques. En este caso sería mucho más efectivo, evitar desmontes,  por ejemplo si se evitara el desmonte de 20 mil hectareas, ya se hubiese alcanzado la meta de preservar 10´000.000 de árboles y tendríamos mejor clima, menos sequía, mayor humedad, menos vientos fuertes y más agua; el resultado sería que en este momento los agricultores no tendrían que estar lamentando la pérdida de cultivos por sequía, no haría falta de pedir al papá Estado seguros agrícolas, muchas familias no tendrían que lamentar la pérdida de sus pequeñas casas y predios por los incendios descontrolados y la población en las ciudades nos evitaríamos respirar aire contaminado, evitariamos las afecciones respiratorias y pulmonares con altos costos en la salud humana y pérdidas en otras actividades económicas humanas, como las demras y suspensión de vuelos, seguida de la cadena de efectos negativos.

Por estas razones, varios académicos de Brasil, Perú y Bolivia, enviamos una carta a las autoridades de estos tres paises para que tomen acciones y eviten más desastres humanos, como los que se puede observar en el siguiente enlace:

http://www.dpi.inpe.br/queimadas/

​ Finalmente agradecer a los medios que puedan difundir la carta enviada a los Presidentes y Ministerios responsables de Medioambiente de los tres paises de la región que comparten en sus fronteras el bosque amazónico.
Atentamente
José Antonio Martínez Montaño
Docente, Carrera Sociología UAGRM
Ely Zulma Villegas Gómez
Investigadora, Ecología transdisciplinaria